Volver a sonreír.

Platense ganó con lo justo en su visita a Ezeiza. En un partido muy friccionado, logró vencer a Tristán Suárez, uno de los líderes hasta el momento, por 1-0.

Un día tenía que ocurrir. Después de cinco partidos sin conseguir la victoria y donde parecía que no había solución, el ``calamar´´ dio una gran muestra de carácter derrotando al ``lechero´´ como visitante. Si bien el partido fue muy feo y con escasas situaciones de gol, el ``marrón´´ demostró actitud para llevarse los tres puntos. Esta vez no hubo merecimientos para llevarse el triunfo, pero si ocurrió lo que realmente importa: meter la pelota en el arco contrario.

El encuentro comenzó con Platense como protagonista, buscando abrir el marcador. Por su parte, Tristán Suárez, estaba desconcertado ante el arranque de su rival. Con el pasar de los minutos, los locales equilibraron las acciones y llegaron a incomodar varias veces el arco defendido por De Olivera. Más allá de estas situaciones aisladas, el partido era uno típico de la B Metropolitana: mucho pelotazo, imprecisiones, faltas incomprensibles, etc. Así finalizó la primera etapa, con el equipo dirigido por el ``indio´´ Bazán Vera un poco mejor que los de Vicente López. En definitiva, era un dolor de ojos.

Luego del descanso, ambos equipos salieron decididos a conseguir los tres puntos. Los primeros diez minutos del complemento fueron más entretenidos que los cuarenta y cinco iniciales, los dos llegaban al arco rival pero no podían convertir. El partido continuaba siendo muy luchado en todos los sectores del campo y es así, como, luego de una infantil plancha de Vélez, los de Ezeiza se quedaban con uno menos a los doce minutos de la segunda etapa.

Con la expulsión del jugador de Tristán Suárez, todos imaginábamos un Platense más agresivo, poseedor de la pelota. Pero ya era mucho pedir. Los dirigidos por Fernando Ruiz desaprovechaban los espacios que su rival dejaba en la cancha y no podían transformar en gol las pocas ocasiones que generaban. Además, los locales seguían atacando, provocando muchos problemas en el medio y la defensa de ``tense´´, que estaba plagado de amarillas.

El final se acercaba y los originarios de Saavedra no encontraban el camino para convertir. Asimismo, Fernando Ruiz ya había realizado las tres modificaciones (Vega por Olivares, Lugli por Vizcarra y Tonetto por Palavecino). El empate parecía lo más justo y probable, sin embargo, esto es fútbol, y a los ochenta y dos minutos del encuentro, Daniel ``Trapito´´ Vega cabeceó un estupendo pase de Marcelo Vega, haciendo flotar la pelota por encima del arquero de Tristán Suárez que, a pesar del esfuerzo, no la pudo manotear. De esta manera, el ``contador´´, quien se desahogaba en el festejo, llegaba a setenta y un goles en el club, a solo cinco de Sayago, máximo goleador de la institución. ¡Ah, y nos daba la victoria!

En los últimos instantes del encuentro, el ``marrón´´pudo aumentar la ventaja, pero se encontró con Fretes, el arquero local, que actuaba como una pared. Al mismo tiempo, el conjunto de Ezeiza padecía el nerviosismo de la derrota, lo que derivó en la expulsión de Lorefice (sí, por suerte se fue a robar a otro lado) después de una agresión a D. Vega, con quien pareciera tener algo pendiente. De esta forma, el ``lechero´´ se quedaba con nueve jugadores a los cuarenta minutos del segundo tiempo, haciendo imposible la remontada. Luego de cumplirse los cinco minutos adicionados, el árbitro pitó el final. Los tres puntos para casa.

Con esta importante y sufrida (como siempre) victoria, Platense se ubica a tres puntos del puntero, ahora en soledad, UAI Urquiza. Este momento debe ser el definitivo para que el ``calamar´´ despegue de una vez por todas y que no sea solamente un poco de aire para el cuerpo técnico. El sábado Platense jugó mal, pero ganó y eso es lo que importa, sin embargo, no siempre se puede jugar así y triunfar. Por lo tanto, hay muchas cosas que ajustar para cuando se reciba el próximo lunes a Comunicaciones. Otra prueba de fuego para este plantel.

En memoria de mi padre.