Vivir de los recuerdos.

Un nuevo semestre, una nueva segunda parte de un campeonato para Platense. Sí, nuevamente en la B Metropolitana. Nada cambió, misma categoría, idéntica ilusión. Un torneo que vuelve a comenzar en ocho días para el "calamar" frente a Defensores de Belgrano. Sí, otra vez, como todos los años desde el 2010/11.

El "marrón" descendió hace un poco más de siete años (¡Sí, siete!) con la expectativa de regresar rápidamente a la B nacional. Todavía rebotan en mí cabeza las palabras de mí tío luego del empate frente a Quilmes, lo que provocó el descenso para Platense, "tranquilo, el año que viene ascendemos," y el recuerdo del llanto por haber perdido la categoría. Más allá de ese doloroso momento, tengo muy presente el primer partido como local de la temporada 2010/11 frente a los del bajo Nuñez. El ``marrón´´ venía de empatar en cero frente a Flandria y necesitaba empezar a sumar de a tres, no obstante, a pesar de mis esperanzas, fue un 1-3 como locales. Ese año Platense ni siquiera ingresó al reducido. Sin embargo, las fuerzas de un hincha de Platense (sí, no es igual a los demás) siempre se renuevan y a lo largo de estos años en el ascenso nadie perdió la ilusión de progresar hasta lograr el tan ansiado regreso a la máxima categoría del fútbol argentino, es decir, nuestro lugar.

El hincha de Platense es muy fanático, aunque, no es ingenuo. Todas las personas son conscientes que no se puede vivir de recuerdos, y eso es lo que le está ocurriendo al "calamar". Es verdad, somos un equipo de primera división a pesar de nuestro presente. Pero, la pregunta es, ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo se puede vivir recordando un equipo como el del 67', una noche como la de los penales frente a Lanús o una victoria como el 4-0 en la Bombonera? Lo cierto es que lo ocurrido nadie podrá borrarlo, pero representa al pasado. No sirve únicamente vivir imaginando esos años felices, porque la historia se escribe día a día y esta también muestra que el "calamar' está sumergido en el ascenso hace casi dos décadas.

Los partidos no se ganan por historia, ni por gente. Mucho tiene que ver la preparación del equipo, la importancia que se le da a un proyecto, como así también, en menor medida, la suerte y la viveza. Por esto mismo, cuando el hincha exige un refuerzo o pide mayor interés por el fútbol o se queja por el funcionamiento del equipo, no lo hace por capricho, sino porque le interesa y no está dispuesto a seguir viviendo rememorando cosas de antaño.

Esta temporada parece ir por buen camino a pesar de algunos altibajos. Sin embargo, tampoco hay que confiarse, algunos refuerzos parecen necesarios, aunque quizás ya es muy tarde para incorporar. El ascenso es el objetivo, ojalá se logre con o sin incorporaciones. No hay que olvidar que el tiempo no espera y las memorias del "marrón" en la primera división parecen cada año más lejanas.