Crónica de un sueño cumplido

Domingo 31 de enero de 2021, 23:14hs. marca el reloj. Cuarto penal para el equipo riocuartense. Jorge de Olivera espera agazapado bajo los tres palos. Mientras tanto, aguardás el disparo cumpliendo cada cábala, como si eso fuese a modificar algo. Es el momento que soñaste incansablemente durante largos y sufridos años.

En el césped del Coloso Marcelo Bielsa, "San Jorge" se recuesta sobre su izquierda y, con su mano derecha, contiene el penal que deposita al "Calamar" nuevamente en su hogar. Una sensación extraña recorre cada centímetro de tu cuerpo. Hay algo que pide salir de él ¿Será el estrés? ¿La mochila que cargaste tantos años? ¿La impotencia acumulada en estos difíciles años que ahora se transforma en una algarabía indescriptible? Vos, como muchos otros, comenzás a lagrimear. Tantos años, tanto sufrimiento, tanta espera. Una agonía que duró (casi) una eternidad, para finalizar con la resurrección de Platense.

Jorge De Olivera ataja el penal definitivo. (Foto: Calamares en Su Tinta)

Cerrás los ojos y los recuerdos comienzan a aparecer en tu mente: dependiendo de tu edad, el descenso del 99, el del 2002, o el del 2010. También el gerenciamiento, la convocatoria de acreedores, la casi desaparición del club. Las inhibiciones por doquier. Las canchas semi amateur que visitaste y las injusticias que viviste en este lugar ajeno llamado ascenso.

Lentamente, esas lágrimas comienzan  a bordear tu nariz y llegan a tus labios. Otra vez cerrás los ojos y volvés a recordar. La cantidad de veces que soñaste este momento y lo lejos que parecía hasta hace unos años. La impotencia y tristeza que sentías cuando Platense perdía reducidos en la B Metropolitana, o era derrotado por equipos microscópicos. Veías como clubes ascendían dos categorías en forma récord, mientras el "Marrón" seguía postrado en el infierno, también llamado Primera B Metropolitana.

Abrís los ojos. Ves al "Chocho" Llop declarar emocionado, a los jugadores abrazados en una especie de montaña humana y los mensajes que no paran de llover en tu celular. No es un sueño, es real. Las lágrimas en tus ojos dejaron de ser unas pocas para convertirse en una catarata que empañan tu visión. Llorás de forma desconsolada, como hace mucho no lo hacías. Volvés a cerrar los ojos y recordás a las personas que se fueron y te gustaría que estén acá. A los que partieron sin poder ver al "Marrón" de nuevo en su casa. También, a los que te apoyaron durante tantos años y saben lo que sentís. Te das cuenta lo que envejeciste en esta espera que parecía infinita, pero que no lo es.

Te limpias los mocos, que lentamente empezaban a amenazar a tu boca, y te secás las lágrimas. Abrís nuevamente los ojos y sonreís de oreja a oreja. Ya no es necesario que los vuelvas a cerrar, ni que lo intentes soñar. Ahora es realidad. Platense volvió a Primera, su lugar, del que nunca se tuvo que haber ido, y vos sentís la satisfacción de haberlo acompañado en este extenso y tortuoso camino. Es hora de festejar. Sueño cumplido.

camino. Es hora de festejar.